martes, 7 de octubre de 2008



Cajas repletas de productos de la marca Coca-Cola. Ese era el único equipaje con el que varias decenas de coleccionistas de la popular marca de refrescos llegaban esta mañana, con el sol aún despertando, al centro comercial "Moda Shopping" de Madrid.

El motivo de esta concentración de productos rojiblancos (por los colores principales de la marca) era la celebración del III encuentro de coleccionistas de Coca-Cola, una cita iniciada tan sólo hace tres años en el vestíbulo de la madrileña estación de Atocha, y que el año pasado se mudó al centro comercial situado en los bajos de Torre Europa.

Estos verdaderos amantes de la Coca-Cola desplegaban a primera hora del día, sobre más de una treintena de expositores, algunas de sus más preciadas piezas. Algunas, porque las más preciadas, los verdaderos tesoros, se quedan en sus casas. A estos encuentros sólo traen aquellos objetos que puedan interesar al público que se acerca a compartir su pasión, y los que quieren intercambiar con el resto de coleccionistas.

Así, sobre los rojos manteles de los expositores, como no podía ser de otra manera, se podían contemplar desde chapas, botellas conmemorativas, vasos con innumerables formas, camiones, pins, vajillas, relojes, e incluso antiguos anuncios publicitarios de la marca que contribuyeron a convertirla en una de las más conocidas del mundo. Unos, valiosos por su antigüedad o por el escaso número de unidades comercializadas, y otros por el cariño invertido por sus dueños en coleccionarlos o incluso en crearlos.

Porque entre todas las curiosidades que hoy se podían encontrar en el centro comercial del Paseo de la Castellana, las más llamativas eran un helicóptero y un tren a escala, manufacturados a partir de latas de Coca-Cola. Su autor, Jesús Ávila, invirtió buena parte de la jornada en explicar a los curiosos, tanto niños como adultos, que ninguna de sus dos obras estaban en venta (para desilusión de alguno de los interesados).

Tal era la "fiebre Coca-Cola" hoy en el "Moda Shoping", que incluso la exposición de antigüedades de la primera planta del centro comercial se contagiaba y mostraba en alguno de sus "stands", viejos objetos de la marca de refrescos.

Como agradecimiento a tanta dedicación y cariño, los organizadores obsequian cada año a los coleccionistas que asisten a este encuentro con una botella edición limitada conmemorativa. Entre los participantes de esta edición había gente de Barcelona, Bilbao, Toledo, Valencia, Zamora, Asturias,Tenerife... Hasta un matrimonio de Bélgica cuyos integrantes fueron de los más activos a la hora de comprar, intercambiar y vender durante todo el día.





CON ALBERT MOLINA:





PIEZAS CONSEGUIDAS EN EL III ENCUENTRO DE MADRID: